La novia del sol
Ricardo Montaner/Mani
López
Hace un tiempo que Mi Nuevo Yo tuvo que dejar de ir a las competencias de natación de
Eva Luna. El calor simplemente acaba
conmigo y me deja sin energía. A
principio mi sentimiento de culpabilidad era insoportable, me excusaba y le
explicaba a Eva que no podía ir porque simplemente mi cuerpo no me lo permitía,
pero por dentro moría un poco cada vez que no iba. Sin embargo, poco a poco y sin darme cuenta
me convertí en una madre ausente en la vida extracurricular de mí primogénita.
Llegó el momento en que ya todos asumían que no iba a
ir y ya ni me preguntaban. Por supuesto
yo siempre llamaba y estaba pendiente, pero la verdad es que no es lo mismo.
Hoy Mi Nuevo
Yo, se levantó, se tomó las pastillas de rigor y decretó que no importaba
dolor, condición o cansancio, era tiempo de acompañar a mi primogénita. La oportunidad era muy buena, solo tenía dos
eventos casi corridos, por lo tanto el tiempo que pasaríamos allí no iba a ser
mucho.
Aquí es donde empiezan las lágrimas, ¿cómo es posible
que haya olvidado la falta que hace una madre?
¿Cómo me permití dejar pasar tanto tiempo sin participar de la vida de
mi hija? Pero solo hasta aquí me permito
culpas. Del pasado no tengo control, el
futuro es incierto, solo me queda el presente.
Hoy me perdono y camino con la frente en alto.
Hoy doy gracias a Dios por TODO lo que tengo y entre
lo que tengo, doy gracias por mi familia.
Creo que hablo por todos los padres cuando digo que diariamente la
pregunta obligada es, ¿lo estaré haciendo bien?
Hoy la pregunta fue académica, fue un orgullo ver como
todos aquellos padres, madres, abuelas, abuelos, tías, hermanas en fin como
estas familias dejan todo a un lado para cumplir y asegurarse que realmente lo están
haciendo bien. Felicitaciones a todos, me
incluyo (porque ya me perdoné) y por supuesto incluyo a el héroe de esta película,
papá. Papá quien se asegura de que Eva
vaya y venga de competencia en competencia y de práctica en práctica, llueve,
truene o ventee.
Ah, pero no puedo dejar de mencionar a la protagonista
de todo este drama, Eva Luna. No, no es
mi única hija, su hermana Rebecca también hace cosas extraordinarias. Sin embargo hoy es el día de Eva Luna, hija,
hermana, amiga y compañera. Estudiosa y
sobresaliente en su escuela, luchadora y servicial en su equipo. Hija mía, eres uno de mis más grandes
orgullos. Eres única, especial y
maravillosa. Uno de mis más grandes
regalos y mi razón de vida. Tu nombre
será Luna, pero tú eres una Luna que brilla con luz propia. Sigue siempre hacia adelante mi querida “novia
del sol”.
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