Monday, October 12, 2015

La novia del sol
Ricardo Montaner/Mani López

Hace un tiempo que Mi Nuevo Yo tuvo que dejar de ir a las competencias de natación de Eva Luna.  El calor simplemente acaba conmigo y me deja sin energía.  A principio mi sentimiento de culpabilidad era insoportable, me excusaba y le explicaba a Eva que no podía ir porque simplemente mi cuerpo no me lo permitía, pero por dentro moría un poco cada vez que no iba.  Sin embargo, poco a poco y sin darme cuenta me convertí en una madre ausente en la vida extracurricular de mí primogénita. 

Llegó el momento en que ya todos asumían que no iba a ir y ya ni me preguntaban.  Por supuesto yo siempre llamaba y estaba pendiente, pero la verdad es que no es lo mismo.

Hoy Mi Nuevo Yo, se levantó, se tomó las pastillas de rigor y decretó que no importaba dolor, condición o cansancio, era tiempo de acompañar a mi primogénita.  La oportunidad era muy buena, solo tenía dos eventos casi corridos, por lo tanto el tiempo que pasaríamos allí no iba a ser mucho.

Aquí es donde empiezan las lágrimas, ¿cómo es posible que haya olvidado la falta que hace una madre?  ¿Cómo me permití dejar pasar tanto tiempo sin participar de la vida de mi hija?  Pero solo hasta aquí me permito culpas.  Del pasado no tengo control, el futuro es incierto, solo me queda el presente.  Hoy me perdono y camino con la frente en alto.

Hoy doy gracias a Dios por TODO lo que tengo y entre lo que tengo, doy gracias por mi familia.  Creo que hablo por todos los padres cuando digo que diariamente la pregunta obligada es, ¿lo estaré haciendo bien?

Hoy la pregunta fue académica, fue un orgullo ver como todos aquellos padres, madres, abuelas, abuelos, tías, hermanas en fin como estas familias dejan todo a un lado para cumplir y asegurarse que realmente lo están haciendo bien.  Felicitaciones a todos, me incluyo (porque ya me perdoné) y por supuesto incluyo a el héroe de esta película, papá.  Papá quien se asegura de que Eva vaya y venga de competencia en competencia y de práctica en práctica, llueve, truene o ventee.



Ah, pero no puedo dejar de mencionar a la protagonista de todo este drama, Eva Luna.  No, no es mi única hija, su hermana Rebecca también hace cosas extraordinarias.  Sin embargo hoy es el día de Eva Luna, hija, hermana, amiga y compañera.  Estudiosa y sobresaliente en su escuela, luchadora y servicial en su equipo.  Hija mía, eres uno de mis más grandes orgullos.  Eres única, especial y maravillosa.  Uno de mis más grandes regalos y mi razón de vida.  Tu nombre será Luna, pero tú eres una Luna que brilla con luz propia.  Sigue siempre hacia adelante mi querida “novia del sol”.


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